Al Posets, se le puede
“atacar” por
todos sus flancos, algunos más concurridos que otros, pero
siempre
encontraremos un buen desnivel que salvar y valles profundos con buenos
refugios
como Angel Orus, Viadós o Estos. Así en nuestro caso,
decidimos subir desde las
granjas de Viadós, una ascensión larga y con menos
concurrencia de público.
Dejando el coche en las granjas, empezamos a subir a eso de las 6,30 de
la
tarde para subir apenas durante 45 minutos y pasar la noche en una cabaña cercana, ya dentro del bosque.
De esta forma el día siguiente sería algo más
corto, para poder rodear
completamente la montaña y hacer una larguísima jornada.
Tras
los primero 250 m
de desnivel
pasamos una agradable noche con hoguera
incluida en la cabaña de la Basa -1.970 m- que se encuentra en buenas
condiciones entre un
bosque muy bonito. A la mañana siguiente, empezamos la
ascensión por el sendero
que nos lleva tras varias horas a la cresta Norte, la cual, muy larga y
tendida
nos ofrece una subida muy agradable. La primera nevada del
otoño, ha tapizado
bastante las rocas, por lo que vamos buscando las zonas desnudas que
nos
ofrecen mayor seguridad, y asi progresando y ganando altura, la cresta
de gran
belleza y bastante accesible te da paso directo a la cumbre de la
segunda
montaña más alta del Pirineo.
Decidimos
hacernos fuertes y volver por el lado
contrario de la montaña, lo que supuso una jornada de más
de 11 horas de
caminata. De esta forma rodeando el Diente de LLardana, bajamos
después hasta
el collado de Eriste -2.922 m-, pasando junto al magnifico Ibon de
Llardaneta -2.665 m-. Una vez coronado el collado pasamos al barranco
de la Ribereta, que aun nos
quedaba por bajar hasta
las inmediaciones del refugio de Viados. De esta forma, y bastante
cansados
disfrutamos de todo tipo de paisajes en un solo dia: crestas, lagos,
cascadas,
senderos de piedra, prados… una vuelta muy completa y que
recomiendo a todo
aquel montañero con ganas de meter caña a las piernas.