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A
lo largo de los últimos años hemos subido las
principales cumbres
de
Teniendo
en cuenta los últimos y crecientes accidentes
ocurridos en estas cumbres, y desde la más modesta de las
opiniones, vamos a
destripar un poco las condiciones que suelen darse en estas
montañas y los
peligros objetivos que suelen aparecer.
Caída de piedras:
Es más normal en la sur del Curavacas, evidentemente por el Sol, cuando calienta, y en la norte del Espigüete no es muy común (al menos por la experiencia propia), a no ser que suba bastante la temperatura o ya estemos en primavera tardía. Lo que si que cae más a menudo es hielo que se desprende de la pared, a veces grandes fragmentos..
Para dar una solución, al menos, evitar daños graves, USAR EL CASCO SIEMPRE en alpinismo invernal es un buen remedio. Personalmente tengo que reconocer que no siempre lo hemos usado (como en la última visita que hicimos al corredor Norte del Espigüete), algo que debe cambiar por completo. No sólo nos protegerá de las piedras, sino que además puede salvarnos la vida si sufrimos una fuerte caída y nos golpeamos con cualquier piedra.
En el Monte Perdido en una
mínima pendiente –antes del lago
helado- vimos un accidente cuando un chico se tropezó con
los crampones,
resbaló unos
Es muy común en la montaña palentina. Cuando se dan las inversiones térmicas (aparecen con fuertes anticiclones en invierno o principios de primavera, donde de forma anormal, la temperatura es mas baja en los valles que en altura), en las zonas altas de los corredores, -incluso en su totalidad- aparecen temperaturas positivas que funden la nieve, la hacen pastosa, la convierte en nieve primavera muy pesada y además, cuando la cantidad es importante, las condiciones son peligrosas por aumentar las probabilidades de que se produzcan avalanchas de nieve húmeda muy pesada.
Aun madrugando mucho, y con fortísimas heladas en el valle, puede que ni siquiera haya helado en toda la pared esa noche. Ya he comentado en la ruta del Curavacas, que en una ocasión, encontramos casi 30 grados de diferencia térmica en apenas unas horas, desde los -12º C en Vidrieros a los 18 que alcanzamos a las 10 de la mañana, incluso en esas condiciones a las 6 o 7 de la mañana, no se dan heladas en la pared. Esto transforma las pendientes en zonas de nieve relativamente inestables y se da sobre todo en las caras Sur. El avance puede ser muy penoso y duro.
Condiciones del hielo en caras Norte:
Creo que uno de los principales motivos
de accidentes en
Ante esto, lo principal y más difícil es saber decidir cuando las condiciones no son óptimas en los corredores, dar media vuelta y dedicarnos a otras cosas. Es buena idea la de llevar raquetas y material duro, y según veamos, decidir si lo mejor es darse un paseo por la nieve y dejar la escalada para otro día o seguir con lo previsto.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que las caras Norte de Curavacas (ultimo tramo muy expuesto que hay que hacer prácticamente siempre para llegar a cumbre desde todas las vertientes por las que subamos) y la del Espigüete, Tres Provincias, Murcia…. son zonas muy venteadas y que normalmente sufren temperaturas bajísimas sin apenas rayos de luz. Esto condiciona, una vez transformada, una nieve muy dura que se convierte en hielo vítreo, durísimo, en el que apenas muerden los crampones (no hay más que ver la escasa huella que dejamos en muchas ocasiones) y este puede ser uno de los riesgos, un resbalón en estas zonas es prácticamente imposible de parar sin cuerda.
Ver videos en el Facebook de TrigazaSur.com: http://www.facebook.com/pages/TrigazaSurcom/126630970781871 Resalte en el corredor Sur del Curavacas (Video 1). (Se abrirá en una nueva ventana) |
Pensar que hemos acabado la ruta cuando salimos de los corredores es un error. En el Curavacas concretamente, donde más accidentes se producen es en la travesía que da acceso a la cumbre (a ambos lados de la cima y casi siempre con un hielo como el vidrio) la cual cuelga sobre un vacío de cientos de metros. En el Espigüete o Peña Prieta o Tres Provincias, los accesos y las crestas también tiene sus particularidades, a tener en cuenta una vez hayamos salido de la vía de ascenso hacia el punto culminante. En la foto superior izquierda , la travesía en diagonal que nos lleva a la cumbre del Espigüete, es el punto más peligroso del Corredor Norte, ya que resbalar por la pendiente nos haría caer al vacío por la zona más vertical de la pared (zona más rocosa por debajo de la vía, en la foto de la derecha).
Por
supuesto la experiencia y la técnica empleada influyen
mucho, al igual que no subestimar un itinerario relativamente asequible
o que
ya hayamos realizado en pasadas ocasiones. Por supuesto que los
accidentes
pueden ocurrirnos a cualquiera, mas o menos expertos, y no pretendo dar
lecciones (ya también he tenido accidentes) pero es verdad
que en ocasiones
hemos observado malas técnicas empleadas, falta de
preparación técnica y sobre
todo mucha inseguridad para
meterse en
alguna que otra vía más comprometida, donde lo
principal es tener las cosas
claras y ser firmes en la escalada.
No hay mejor experiencia que trillarse con crampones muchas cumbres sencillas para ir progresivamente aumentando la dificultad -y paralelamente la seguridad- hasta que llega el dilema de la cuerda.
Cuando el nivel de escalada va aumentando llega un momento en el que te encuentras en una situación “delicada” en la que dices: “va a ver que echarse una cuerda”. Suponiendo que ya sabemos escalar y manejar todo el “instrumental”, se plantea la duda de encordarse o no en este tipo de corredores de nieve.
La primera vez que subimos el corredor Sur del Curavacas, lo hicimos con tiempo y con calma, encordados, haciendo, creo, que 3 largos en la zona más alta del corredor. (Ver fotos verticales) No estaba en perfectas condiciones y teníamos que acostumbrarnos a manejar la cuerda y los seguros en nieve y hielo. Nos adelantó una pareja sin encordar, pero seguimos a lo nuestro, aprendiendo. Ellos subieron sin problemas y nosotros también. En cambio la última ocasión con condiciones perfectas de nieve muy dura, muy transformada y estable, hicimos todo el corredor sin encordar, incluso con el resalte bastante helado, y también llegamos arriba sin problemas (Ver foto central). Entre las dos escaladas había mucha diferencia: mejores condiciones, material más apropiado –piolets modulares…-, más experiencia… y esto no quita que mañana toque volver a subir encordados, la decisión es difícil y depende de las condiciones. No se trata únicamente de atreverse o no, a subir sin cuerda.
En la mayoría de corredores más sencillos de la montaña palentina, no solemos utilizar cuerda, pero esta puede ser necesaria en ocasiones. En mi opinión, si no se hacen largos, en un corredor de unos 50º es mejor ir desencordado porque la caída de un miembro es probables que arrastre al resto, (es muy difícil aguantar un cuerpo acelerándose por la pendiente cuando tu estas sólo con las puntas de los crampones en la nieve) (Ver foto superior central).
Y si las condiciones son difíciles (hielo muy duro por ejemplo) se hace necesario los tornillos y a largos de cuerda, aunque esto suponga tardar el doble, lo solución es muy sencilla, madrugar. Este es el remedio a muchos problemas. Hay que evitar la tendencia cada vez mayor, de ir y volver corriendo de la montaña.
Muchas veces no queremos madrugar porque estamos cansados del trabajo, (si es que alguien tiene trabajo aún) y luego queremos volver pronto (que para eso es fin de semana y hay que ir a tomar algo después), y puede ser que rechacemos el uso de cuerda por motivos de “tiempo”. Si madrugamos, y es necesario sacar la cuerda, tendremos tiempo de sobra, la actividad resultará más completa y técnica. Aunque nos adelanten otros y volvamos tarde a casa, lo haremos de una pieza.
Avalanchas:
En relación a los dos puntos
anteriores de inversiones
térmicas y condiciones del hielo, aparecen en la
montaña Palentina varias
posibilidades de avalanchas. En un invierno como este, la probabilidad
de
avalancha es mínima y es que apenas ha caído
nieve, pero esto no es lo
habitual. Por lo tanto evidentemente, la cantidad de nieve es el
principal hándicap
para que se produzcan, pero no penséis que es necesario
En la cara Norte del Espigüete
se han producido aludes de
placas con fatales consecuencias. Estas placas de nieve prensada, se
forman por
la compactación de nieve arrastrada por el viento. En el
corredor Nor-Este, en
las zonas baja con poca pendiente, se forman placas de nieve que ceden
bajo
nuestros pasos, como pudimos comprobar en una ocasión,
hundiéndose superficies
relativamente grandes al mismo tiempo, ya que a veces quedan flotando
sobre
capas de nieve vieja, o quedan huecas en zonas cóncavas de
la montaña.