
Esta
montaña solitaria y rodeada de un parque nacional con verdes y
grandes valles alpinos puede ser una buena opción como primer
cuatromil para aquellos que os dirijáis por primera vez a los Alpes.
Nosotros subimos como aclimatación, siendo una opción muy buena
para hacer después otros picos más altos, en nuestro caso el
Lyskamm. Y la planificación salió redonda.
Para
acceder a la zona, lo más rápido, aunque también lo más caro, es
cruzar el túnel del Mont Blanc para llegar al valle de Aosta. A la
vuelta, tranquilamente se puede superar el puerto del Petit San
Bernardo, que de pequeño no tiene nada y es espectacular con zonas
de bosques en la vertiente francesa y praderas alpinas allá donde
mires. Si nos encontramos en la zona más baja del valle de Aosta
también está la posibilidad de volver por Turin y el túnel de
Fréjus (aunque la vuelta parce muy grande, todo el rato es autovía
y se avanza rápido.)
En
el valle de Valsavaranche, llegamos a Pont desde donde acceder al
Refugio Vittorio Emanuele II. En el valle hay varios campings para
poder pasar la noche. En torno al refugio, hay zonas para hacer vivac
sin problema, y es que no está a gran altura (2.700 m) y aun no
encontramos zona glaciar junto a él.





El
desnivel a salvar por tanto hasta la cumbre es potente (1.361 m.) La
aclimatación fue perfecta porque tuvimos un intento fallido el
primer día, y de esta forma íbamos haciendo piernas, ya que las
nubes tormentosas nos echaron para atrás, después de intentarlo un
par de horas bajo la lluvia (ver foto más abajo). Para el amanecer ya estábamos otra vez
en la tienda. Así que pasamos 2 días junto al refugio, y el segundo
el tiempo cambió para bien, pudiendo hacer cumbre y seguir con el
planing del viaje intacto.
La
ascensión no presenta dificultades, la vía normal va cogiendo
altura por la morrena glaciar y remontando después todo el glaciar
por la cara Oeste de la montaña (donde tan sólo encontramos
pequeñas grietas). Únicamente el acceso final hasta la punta más
alta –junto a la estatua de turno- puede resultar algo imponente ya
que se pasa sobre un pequeño escalón de roca dejando a nuestros
pies una enorme pared sobre el glaciar Este. Es la parte más
entretenida y técnica de la ruta. Esta zona a la que se llega por un
estrechamiento de la arista cimera, presenta 3 o 4 parabolts para
poder asegurar el paso. Esta estrechez y la pequeña cumbre nos
hicieron pasar rápidamente para permitir a otros que accedieran a la
punta culminante, por lo que apenas disfrutamos del paisaje que se
abría a nuestros pies. En la bajada, ya nos lo tomamos con calma,
aprovechando el buen tiempo y haciendo fotos.




Uno
de los puntos de interés turístico que no debéis perderos en esta
zona es el valle de Cogna,
también en la zona del Parque Nacional.
En otra ocasión subimos a este valle, que se sitúa paralelo al de
Valsavaranche pero en la vertiente Este del Paradiso. Allí podemos
disfrutar de praderas alpinas, cascadas, senderos y paseos por
cualquier sitio. Encontramos restaurantes, campings… y eso sí,
pasamos casi tanto frio como en la montaña porque en el fondo del
valle la temperatura bajaba por la noche en torno a los 2 y 3 ºC y
eso que era pleno Agosto. Un lugar muy recomendable para las familias y
las vacaciones en plena naturaleza, donde poder hacer muchas
actividades al aire libre, senderismo o simplemente descansar en un
lugar magnífico.



