
El
sendero discurre por un denso bosque en un principio, para ir
sobrepasando pequeños collados mientras se rodea la montaña hacia el
desfiladero para ir volviendo poco a poco hacia Tresviso. Al principio
la vegetación es muy densa, robles, helechos, praderas, hayas,
musgos y setas… una buena alternativa a la subida clásica a Tresviso,
aunque en este caso es muy recomendable tener un simpático amigo que
haga de chofer y nos vaya a buscar, de lo contrario, se tiene que
volver por el mismo sitio y la ruta es larga (unas 3 h 50 minutos de
ida, y 3 h 30 minutos de vuelta, más/menos).
Este
sendero de pequeño recorrido pasa por ser uno de los más interesantes (dentro
de los senderos balizados) del Parque Nacional de Picos de Europa. Su acceso es muy directo (en cercanía) por
carretera (poco más allá de Panes, cogiendo el cruce hacia San esteban y Cuñaba
ya en el desfiladero de La Hermida) y al estar fuera de los núcleos importantes (Potes,
Cabrales, Cangas y Lagos…) es poco transitado.
San Esteban-Tresviso:
Sendero
PR-PNPE-29:
Para los senderistas poco
experimentados puede ser incluso complicado, pero también es muy entretenido,
sobre todo al tener que pasar varios tramos acondicionados con cables y
barandillas de madera (más de 6 pequeños tramos) que nos permiten ganar altura
de forma extraordinaria entre “colladinas” que sobrevuelan el desfiladero de la Hermida. La ascensión nos
lleva por un estrecho sendero que va colgado de las altas peñas que hay entre
el pueblo asturiano de San Esteban de Cuñaba y el cántabro de Tresviso.


Son casi 800 m de desnivel y un recorrido
de ida de 4 horas, En la zona media, la ruta alcanza una verticalidad sobre el
río Deva que impresiona, pudiendo ver los coches como miniaturas en la
enrevesada carretera. Lo más espectacular son sin duda las fabulosas vistas que
tenemos del desfiladero, que
compartiremos con águilas y buitres que nos acompañarán en todo momento.



