© PabloFR_
Es
el rey del pirineo y es imprescindible para cualquier
montañero. El entorno es
increíble y paradisiaco desde el Forau de
Aigüallut, pasando por el hospital de
Benasque (lugar recomendado para una estancia, de los mejores que he
conocido),
hasta la infinidad de marmotas que te encuentras en todos los paseos,
no hay
palabras, tenéis que visitarlo ya seáis
montañeros o no.
La
subida mas conocida y la normal es por el refugio de la Renclusa,
ruta de los Portillones,
pasando por su majestuoso glaciar, (que dependiendo de los
años se nota el
retroceso) hasta la cumbre.
La
ruta que propongo es una vuelta al macizo de la Maladeta,
entrando por el
valle de Vallivierna, girando por los ibones de Coronas hasta el
collado del
mismo nombre, donde se cogería la ruta normal llegando al
Paso de Mahoma, pasando
por la cumbre del aneto y la vuelta se haría por la Renclusa
hasta la zona de
acampada. La ruta comenzaría en el Es
Riberetes
donde hay acampada controlada por el ayuntamiento y se paga una
mínima cuota,
llegas te plantas donde puedas y al día siguiente pasa el
guarda y te cobra, -parecido
a la acampada del valle de Pineta-. Para el inicio se pude hacer de dos
maneras
dependiendo de la caña que os queráis dar o subir
hasta el refugio coronas por
el GR-11 (2h 30min) o coger el autobús que pasa a primera
hora sobre las 7:30.
Las
fotos que acompañan esta ruta se hicieron en la primera
nevada del otoño de
2011, a primeros de Octubre, subiendo por la ruta Normal, pasando por
el
portillón superior. Como podéis ver, la cantidad
de gente que esperaba aun
condiciones estivales era mucha, y todos partieron pronto para ir
buscando la
mejora del tiempo a lo largo del día, como indicaba la
previsión. Pero la
nevada de la noche dejo una capa de nieve fresca, que hizo muy fatigosa
la
progresión, y con el glaciar duro como una piedra
enseñando su hielo más viejo,
solamente llegamos a la cumbre 8 personas (los 4 que
formábamos ese día el
grupo –Rodri, Jesús, Ángel y Yo- y 4
personas más).
El resto de la gran marea que
comenzó la
ascensión, decidió
antes o después darse media vuelta, aunque alguno
tardó
más de lo que debía, y
solo se dio por vencido cuando resbaló más de 50
metros
en el glaciar, situaciones
que deberían evitarse. Afortunadamente no sucedió
nada
grave y nosotros nos
pegamos una enorme paliza, ya que la jornada se alargó
más de 12 horas, debido
a lo complicado que era mantenerse en pie entre los bloques de granito
cubiertos de nieve muy resbaladiza. Pero como siempre,
el esfuerzo tienen su recompensa y el sol y
el paisaje entre una niebla errante que nos
acompañó todo el día, hizo que
mereciera la pena con creces.
.
Aquí
podéis ver el perfil d.el Aneto desde La Besurta, realizado
a
partir de los datos recogidos por el altímetro.